Capítulo 7.

Me quité el brillo de labios que me había dejado Sophie en los labios y volví a la entrada principal del restaurante, abrí la puerta y tras andar un poco me senté en la mesa junto a los demás.
Subí la mirada y me encontré con los ojos azules de la rubia, eran demasiado penetrantes y expresivos, que por mucho que lo fueran, no sabía lo que querían decir. Su mirada se cruzó ahora con la de Harry y ambos se sonrieron, ahora sus ojos transmitían algo que cuando me miraban a mí no lo hacían. Y eso me hizo sentir raro, incómodo. Me revolví en el asiento. Miré en dirección Jade y Louis, ellos parecían contentos, a Lou le brillaban los ojos, sabía que aunque no lo admitiera, le gustaba que Jade estuviera ahí. Dejemos a un lado que yo mandé el mensaje para que viniera, sabía que él quería. 

JADE

Miré a Louis mientras se reía en una carcajada amplia, sincera. Eso es lo que me gustaba de él, que todo lo que hacía y decía inspiraba sinceridad.

-No te rías, no es gracioso.- Dije aguantando mis propias carcajadas.

-Lo es, mucho- Respondió él poniéndose las manos en el torso mientras se recostaba en la silla.

Miré el reloj y vi que era tarde, tenía que estudiar y mañana había clase así que saqué la cartera del bolso.

-¿Cuánto tengo que poner? Yo me tengo que ir chicos, tengo mucho que estudiar- Dije sonriéndoles a todos.

-Va, yo te acompaño.- Dijo Louis 

-Louis tú no, que lo haces para no pagar- Dijo Harry riendo.

-Cállate enano.- Contraatacó el mayor.- Para que veas que soy honrado, pago lo mío y lo de Jade.- Dijo sacando un billete de 50 libras del bolsillo y poniéndolo sobre la mesa con un golpe.
Tras un rato de discutir porque yo quería pagar, no conseguí lo que quería.

-Venga iros ya.- Dijo Harry poniendo los ojos en blanco.

Me despedí de todos y quedamos en vernos el miércoles para cenar. Abracé a Sophie y también quedamos en llamarnos luego.

Salimos Louis y yo de la pizzería, íbamos hablando y riendo hasta que tras 10 minutos de camino y 4 paradas de metro llegamos a mi bloque de pisos.

-Bueno Boo, ya me subo- Al decir ese apelativo cariñoso que tantas veces había repetido cuando salíamos me entró un escalofrío, no lo hice a posta, salió solo. Y él pareció notarlo, miró hacia abajo y después sonrió.

-¿No me vas a invitar a pasar? Tú te pasas la vida en mi casa y yo no puedo ver la tuya ¿no? Muy bonito, eh- Dijo haciéndose el indignado.

-Uf, que pesado eres, que pesado.- Dije suspirando- Anda sube, te invito a un té y luego te largas, coñazo.- Añadí abriendo la puerta del edificio. 

Louis hizo un gesto de victoria y entró antes que yo inspeccionando el portal.

-No es un gran lujo, no te esperes entrar en el Buckingham Palace.- Dijé al observar su curiosidad mientras llamaba al ascensor.- E ignora si hay algún tanga tirado por el suelo o algo. No esperaba que un integrante de One Direction viniera de inspección ¿sabes?

-Me se toda tu ropa interior de memoria, no voy a morirme.- Dijo él, sin un ápice de inquietud, ahí se demostraba la espontaneidad de Louis Tomlinson.

-Lo que tu digas.- Dije entrando al ascensor y pulsando el botón 2.

Tras unos segundos de musiquita incómoda salimos del ascensor. Abrí la puerta de mi piso y pasó él primero, mirando a su alrededor.
-Me gusta tu casa- Dijo finalmente, tras unos minutos de expectación.
-Me alegro- Respondí sonriente.
Pasé la barra americana que separaba la cocina del salón y llené la tetera de agua, para después ponerla al fuego. Louis se sentó al otro lado de la barra, en un taburete y yo me quedé de pie al otro lado. Tras unos minutos de una conversación sobre mis estudios la tetera pitó.
No hacía falta que me dijera que lo quería con leche y que quería dos cucharadas de azúcar. No hacía falta porque lleva tomándolo así desde que llegué a Doncaster.

LOUIS

Ví como vertía la cantidad de leche perfecta y las dos cucharadas de azúcar. Eleanor siempre se pasaba con la leche o ponía poco azúcar, pero sabía que con Jade no pasaría, hemos tomado tantísimo té.

Bebí un poco y noté el único fallo que siempre cometía.

-Joder, cómo quema- Dije soplando el líquido.

-Lo acabo de hacer, ¿cómo quieres que esté?- Siempre la misma excusa, eso me hizo sonreír.

-He echado de menos todo esto, ¿sabes?- confesé mientras bajaba mi vista a la taza.

-Yo también, la verdad- Dijo ella con la taza entre las manos, sonriendo.

Subí la mirada para encontrarme con esos ojos miel, los cuales me correspondieron la mirada al instante, nos mantuvimos la mirada durante un largo rato, creo que es la única chica que es capaz de mantenerte la mirada directamente, sin inquietarse o ponerse nerviosa.

Pasamos un rato riendo y hablando, era gracioso como ella no había cambiado y como me ponía los pies en la tierra, en nuestras conversaciones nunca nombrábamos que yo fuera famoso, incluso a veces lo olvido cuando estoy hablando con ella.

De repente hubo un silencio y ella se acercó a mi, no se si bien quería darme un abrazo o decirme que tenía un moco o algo. Pero el impulso me arrastró y la besé.

Ella pareció recibirlo bien y continuó el beso, la ví cerrar los ojos y eso me hizo sonreír, otra vez. Cerré los míos y me deje llevar, nuestros labios eran como engranajes, encajaban a la perfección y se movían en perfecta sincronía.

Su mano se posó sobre mi mejilla. Mil recuerdos me invadieron, mil besos que había compartido con ella, ahora besaba incluso mejor que antes, pero seguía sabiendo igual, seguía haciendo algo especial que sólo ella hacía. Mi lengua buscó la suya y la encontró, fue un contacto suave, una caricia. Un algo indescriptible.

Y de repente sonó mi móvil, 'What you know' de Two Door Cinema Club hizo un eco por toda la cocina, miré la pantalla, Eleanor. Ella lo vió y se separó de mí. Preferí no coger el teléfono, notaría en seguida que estoy nervioso y prefiero no buscarme líos.

-¿No lo vas a coger?- Preguntó ella limpiándose el labio inferior con el dedo índice.

-No creo que sea el momento adecuado, ya llamaré luego. Creo que debería irme- Dije mirando hacia la puerta.

-Sí, será lo mejor.- Dijo ella, caminando hacia la puerta, la seguí y abrió la puerta.-Oye yo... lo siento ¿vale?

-No, he sido yo el que te ha besado, no te sientas culpable, de verdad.

Hora de despedirse, fue un momento incómodo y sin querer ella me dio un beso cerca de los labios, momento incómodo.

-Adiós- Dijo ella.

-Ya nos veremos...

SOPHIE

-Me encanta que sea un día soleado y de repente diluvie.- Ironicé mirando como caía la lluvia y como la gente corría de un lado a otro buscando refugio.

-Esto es Londres, guapa- Dijo Harry rodeándome con el brazo.

-A veces me gustaría volver a Irlanda, Irlanda mola más.- De repente me acordé- ¡Hoy juega el Derby! Me voy, me voy.- Dije poniéndome de pie, noté como Niall me miraba, sabía que éramos del mismo equipo.

-Pero mujer, espera a que pare de llover- Dijo Liam

-Que no, que si me espero me dan las uvas y me lo pierdo.

-Yo me voy también, habrá que verlo.

-Yo me quedo contigo, Li- Dijo Harry abrazando a Liam.- A no ser que quieras que te acompañe, Sophie.

-No no, de verdad, corro un poco y así no me mojo tanto. Gracias por todo.

Nos despedimos y salimos Niall y yo de la pizzería.

-No sabía que fueras del Derby- Dijo Niall mientras andábamos.

-Como si te importara.- Respondí rodando los ojos

-Ya, en realidad me la suda.

-Dios, eres gilipollas.- Dije tras unos segundos.

-Te estás calando.- Señaló él

-¿Quizá porque está lloviendo?- Dije achinando los ojos.

-Ven aquí anda, pesada.

Se quitó la sudadera y me la dio, me sorprendió ese gesto, pero a la vez me hizo desconfiar.

-¿Por qué haces esto?- Pregunté- No tienes por qué

-Ya, pero luego te pones mala, y das más por culo, entonces prefiero que no te pongas mala y así no hay que ir a verte y que nos pegues la gripe.

Rodé de nuevo los ojos y me puse la sudadera, que me llegaba por debajo del trasero y las mangas me iban anchísimas, me sobraba media. Me puse la capucha y me tapaba los ojos, la acomodé un poco para poder ver y le sonreí.

-Un poquito grande ¿no?- Dijo él- Eso te pasa por ser una enana.

Negué con la cabeza y sonreí. Podía sentir el calor corporal que la tela de la sudadera había almacenado, olía muchísimo a él, era una sensación muy cómoda.

-Joder, te estás helando.- Dije al tocarle el brazo.

-Tampoco es para tanto.

-No te hagas el machito, niño, que estás casi tiritando.

-Que pesada eres ¿nunca te lo han dicho? eres insoportable- Dijo él.

Rodeé con mis brazos su cintura, intentando que no pasara frío, devolverle el favor era lo mínimo que podía hacer.

-¿Qué haces?- Preguntó él.

-Porque sino luego te pones malo, y das más por culo, entonces prefiero que no te pongas malo y así no hay que ir a verte y que nos pegues la gripe.- Imitación perfecta, pensé.

Niall resopló y continuamos andando hasta que llegamos a mi casa,  me paré en la puerta y le miré, quitándome la sudadera, antes de que acabara, Niall me frenó.

-No te la quites, ya me la darás y la llevaré a que la desinfecten o la quemaré.

-Que gilipollas eres, de verdad, es que tu retraso es enorme.

-¿Sabes qué más tengo enorme?- Dijo él sonriendo 

-DIOS, CÁLLATE, POR FAVOR- Grité ante el comentario.

Niall se rio a carcajada limpia. Retrasado.

-Nunca vas a tener novia, porque eres retrasado.- Dije mientras se terminaba de reír.

-Mira, guapa, chasqueó los dedos y a 20 chicas se les caen las bragas, a ti incluida.

Reí irónicamente ¿a mí? 

-Chasqueo los dedos y te tengo en la puerta de mi casa cuando quiera, bonito- Dije yo acercándome a él.- Y chasque los dedos otra vez y te tengo en mi cama.

Niall arqueó una ceja, estábamos tan cerca que podía sentir su respiración en mi cara.

-No te creas tanto, rubia, que no eres ni la mitad de lo que te crees.

Me agarré del cuello de su camiseta y me puse de puntillas, junté mis labios con los suyos, sentí los labios paralizados de Niall sobre los míos, empecé a moverlos y poco a poco, el chico rubio pareció despertarse y siguió el beso, suave, sin precipitarse. Capturé su labio inferior con los dientes y tiré hacia atrás, haciendo que nos separáramos. Él pareció hacer ademán de volver a juntarnos, pero no le dejé.

-No te motives tanto, chaval- Le dije sacando las llaves del bolso- Que como dices tú, no soy para tanto.

-Lárgate en serio, que pesada, que mal besas, que mal todo- Dijo él resoplando.

Entré en casa y le guiñé un ojo antes de cerrar la puerta por completo.

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HOLA DE NUEVO AMIGOS!

Perdón por subir tan tarde, no me peguéis.

También estoy un poco triste porque de 6 comentarios por capítulo hemos pasado a 3... No es que escriba por los comentarios, pero joe, ver comentarios positivos, pues anima a seguir escribiendo.

Supongo que tendré que pedir que me recomienden o algo, porque me encantaría tener más lectores. Y si hay algún lector fantasma ¡QUE SE MANIFIESTE Y COMENTE! Que me haría muy feliz.

También hay cosas buenas, de 4 votaciones en la encuesta he pasado a 24, asi de un día para otro. Y de esto que me meto en el polyvore que tengo para esta novela y tengo 26 actividades, no os imaginais mi cara de O.o al verlo. Gracias por eso, de verdad.

Quiero pediros que si os gusta la novela, y aunque seáis lectores fantasmas, les recomendéis la novela a vuestros amigos o algo, me pondríais contenta jaja.

Si queréis algo, decídmelo, os intentaré ayudar en lo que pueda.

Por cierto, este mes de julio me voy un mes a Worthing (sí, donde nació Jade) por sexta vez. Y creo que me voy a hacer un blog de moda y que también sea una especie de diario, ¿lo leeríais? Ya vere lo que hago.

Nada más por hoy amores.

Besos y abrasos apretaditos y letritas de amor (akfjsdgsfhkdjhdjhd)

xxx